martes, 18 de diciembre de 2012

Felicitaciones navideñas

LA postal navideña ha muerto. Este año sólo he recibido la de mis padres. Si alguien me envía alguna más ocurrirá el milagro. Y lo que es peor, familiares y amigos han perdido la bonita costumbre de llamar para felicitar las fiestas. Con la euforia del móvil, estos años atrás ya recibíamos esos ocurrentes sms para todos los gustos: el entrañable, el cachondo, el de mal gusto… Este año tendremos esa misma lluvia de mensajes aunque a través de la aplicación para smart phones, whatsApp. Ese fenómeno que nos mantiene conectados de manera compulsiva unos con otros para no vernos ni hablarnos. Sólo enviarnos mensajes cortos y emoticonos. Desde aquí hago un llamamiento a mis amigos más cercanos: no pienso contestar a ninguno de esos mensajes, queridos míos. Bastante fría ya es la Navidad con esta crisis Dickensiana como para acrecentarla con la ausencia de vuestras llamadas o vuestro calor.

1 comentario:

jaime dijo...

En ti está la posibilidad de que esas postales sigan respirando, artista, así que ya sabes: a vestirlas de gala y hacerlas volar.

Feliz solsticio de invierno, Manuel.

Deseo que hago extensivo a tod@s los que pasen por esta calle, por supuesto.